jueves, 24 de noviembre de 2011

REFLEXIÓN BLOQUE I

REFLEXIÓN BLOQUE I


Para finalizar este primer bloque me gustaría llevar a cabo esta pequeña reflexión resaltando todos aquellos aspectos que considero más importantes:

En primer lugar, quiero comentar que siempre me he preguntado ¿para qué sirve la literatura? No sé si es que nadie ha sabido explicarme o transmitirme lo que para él o ella significa o es que por el contrario, nunca he buscado respuesta a mi pregunta.

Tenía muchas ganas de cursar esta asignatura porque sabía desde un principio que mi impresión y opinión acerca del tema cambiaría. Pues bien, tras buscar información y trabajar sobre ello, puedo decir que llego a la conclusión de que la literatura sirve para formar personas, personas con un nivel de desarrollo de habilidades comunicativas que permiten promover un pensamiento crítico frente a las realidades socioculturales. También me gusta mucho lo que dice Hernando Téllez, he de reconocer que me dejó un buen rato pensando: “la literatura no sirve para nada, pero sin ella no valdría la pena vivir”.

Si me centro ahora en la literatura que se imparte en los colegios, algo que he pensado desde que cursé por primera vez esta asignatura, diré que las clases normalmente son desarrolladas de una manera monótona, son bastante aburridas. Los temas son poco significativos para los estudiantes, y como resultado generan desmotivación y por supuesto la limitación del desarrollo de sus habilidades lingüísticas y comunicativas. Creo que los profesores tenemos que luchar por conseguir dos objetivos fundamentales: cambiar la metodología de la literatura enseñada en las aulas y lograr en los estudiantes un cambio de vida y de pensamiento a través de la literatura, por ejemplo su libre iniciación al mundo de la lectura, de lo que hablaré a continuación.

Un buen comienzo creo que podría ser hacer uso constante de la creatividad, para lograr que nuestros alumnos desarrollen hábitos de lectura, pero no como algo impuesto u obligatorio, sino desarrollando gustos por la lectura. La literatura además, ofrece gran variedad de temas que seguramente coincidirán con los intereses de nuestros alumnos. Por tanto, la flexibilidad en cuanto a la elección de libros es importante, sin embargo, con esto no me refiero a que el alumno lea siempre lo que quiera, sino que teniendo en cuenta el tema,  se le den posibilidades de distintos libros dentro de las características particulares de los mismos, o de los contenidos que se estén viendo en ese momento.


Como conclusión final a mi reflexión y la explicación de porqué he llegado hasta aquí con todo el tema de la literatura es que creo que para desarrollar autonomía, algo que para mí es fundamental y que como futura docente me gustaría poder y saber transmitir a mis alumnos, es necesario tener una curiosidad por saber algo. Después marcarnos una meta fija y clara con respecto a esta situación que nos inquieta, como en este caso me inquietaba a mí el mundo de la literatura. Buscar toda la información necesaria para la creación de nuevas estrategias y finalmente evaluar aquello que hicimos, el resultado obtenido y siempre las cosas por mejorar.

ANÁLISIS DE UN LIBRO

ANÁLISIS DE UN LIBRO

  • Título: Charlie y la fábrica de chocolate
  • Autor: Roald Dahl
  • Editorial: Alfaguara
  • Colección: Alfaguara juvenil






Charlie y la fábrica de chocolate (título original: Charlie and the Chocolate Fcatory) es un libro infantil escrito en 1964 por el autor británico Roald Dahl. El libro es conocido por su lenguaje sencillo e informal y por sus detalladas descripciones.

El libro nos cuenta como Charlie ha tenido mucha suerte. Ha sido uno de los elegidos para visitar la maravillosa fábrica de chocolate “Wonka”.
Bajo mi punto de vista lo que el autor nos quiere transmitir realmente es que a veces, la toma de una decisión transforma tu vida de manera radical. Eso es precisamente lo que le sucede a Charlie.
Por tanto con este libro, Roald Dahl no sólo muestra su habitual sentido del humor, sino que su ingenio le lleva a realizar una de sus mejores críticas sobre el comportamiento humano.

El libro está destinado a niños de entre 10 y 12 años.  He elegido este libro en primer lugar, porque es uno de mis preferidos, lo he leído varias veces y también he visto en más de una ocasión la película. Centrándome en los gustos de nuestros futuros alumnos, considero que es un libro con el que podrán disfrutar muchísimo, su lenguaje está muy cuidado y defiende valores tradicionales tales como la buena educación, la cortesía o el respeto a las personas mayores. En definitiva, creo que es un libro que engancha a la lectura.

A continuación realizaré un análisis sobre el libro:

En primer lugar, nos centraremos en el formato, ya que considero que es un modelo perfecto. La letra es de un tamaño medio, pero agradable de leer. El libro está dotado de múltiples diálogos por lo que además su lectura resulta más amena. Además se trata de una novela de unas ciento cincuenta páginas. También quiero destacar la gran variedad de ilustraciones que considero muy buenas. Creo que la persona encargada de este apartado, Faith Jacques, ha realizado un maravilloso trabajo. A pesar de ser en blanco y negro cada una de ellas está realizada con todo detalle de tal manera, que a mi parecer, consiguen captar aún más la atracción del lector.

En segundo lugar, en cuanto al estilo y expresión por parte del autor, como ya he comentado anteriormente se trata de un lenguaje sencillo e informal. Está compuesto por detalladas descripciones que facilitan la comprensión y que además consiguen desarrollar la capacidad imaginativa de los alumnos, aspecto que considero fundamental.

En tercer lugar, el ambiente o contexto en el que se desarrolla el libro, para mi gusto es magnífico. Son lugares mágicos que permiten al niño soñar e imaginar libremente, como por ejemplo el recinto o el túnel de chocolate, la sala de invenciones… estos son tres de los más importantes pero quiero destacar otros muchos como, una aldea de Oompa Loompas, pistas de patinaje elaboradas con leche de coco congeladas, la sección de fresas… elijo estos, pero todos los que nos hemos leído el libro sabemos que hay otros incluso mejores. Creo que la contextualización del libro es muy buena porque, ¿qué niño no sueña con poder comerse todos los dulces que quiera? Es un libro creado para soñar y disfrutar. Quiero destacar también como aspecto muy relevante la posible y sencilla identificación de los niños con el protagonista, Charlie, ya que se encuentran en el mismo momento evolutivo.

En cuanto a los personajes, quiero detenerme un poco más puesto que considero que todos y cada uno de ellos tienen un papel fundamental y muy característico.

Los más importantes, en primer lugar, Charlie Bucket, el protagonista de este libro. Es un niño muy pobre, que pasaba mucho hambre. Lo que más le gustaba era el chocolate, pero sólo podía permitirse el capricho de tomarlo el día de su cumpleaños. Todos los días cuando regresaba del colegio y pasaba por la fábrica de chocolate “Wonka” soñaba con ella, con poder entrar, con probar alguno de los miles de tipos de chocolates … un día se encontró una moneda de cincuenta peniques junto a una alcantarilla con la que compró una chocolatina. En ese momento cambió por completo su vida.

Willy Wonka, era el dueño de la más famosa fábrica de chocolate del mundo. Había inventado millones de tipos de golosinas diferentes, helados de chocolate que se mantenían fríos durante horas sin necesidad de meterlos en la nevera, caramelos que sabían a violetas, caramelos que cambiaban de colores, chicles que no perdían nunca su sabor… Era la persona más envidiada del momento, todo el mundo quería ser como él o al menos tener la posibilidad de visitar su increíble fábrica. Willy Wonka era una persona inteligente, generosa, lleno de alegría y de vida…

Los padres de Charlie, caracterizados sin lugar a dudas por su bondad, por el amor que profesaban a su hijo y a sus padres, los abuelos de Charlie. Eran muy pobres, y a pesar de su esfuerzo y duro trabajo no conseguían reunir el dinero suficiente para alimentar a la familia.

Los abuelos de Charlie, que dormían sobre colchones extendidos en el suelo. Eran personas muy mayores, a penas salían de casa. Charlie era la única alegría de su vida, se dedicaban a contarle todas las noches historias nocturnas, algo que tanto a Charlie, como a los abuelos les hacía soñar y olvidarse del hambre o cansancio que padecían.

Augustus Gloop, era un niño muy glotón, se lo comía absolutamente todo, era en lo único que pensaba. Estaba tan gordo que parecía que iba a explotar. Pero tuvo la suerte de conseguir uno de los billetes dorados, gracias a su padre que tenía trabajando a más de cien personas durante todo el día sin parar, abriendo chocolatinas para que su hijo pudiera gozar de una visita a la famosa fábrica.



Veruca Salt, una de las niñas más mimadas que he podido ver y leer sobre ella en mi vida. Todo lo que quería lo tenía. Sus padres sólo vivían por y para darle todo lo que ella deseará en cada momento.


Violet Beauregarde, es otra de las niñas que encontró un billete dorado, se caracteriza principalmente por no dejar nunca de comer chicle, excepto en las comidas, que se lo quitaba de la boca y se lo pegaba detrás de la oreja para conservarlo. Podía llegar a estar mascando el mismo chicle durante tres meses.

Mike Tevé, este niño tenía nueve años y también fue uno de los afortunados en ganar otro de los billetes dorados. Veía durante horas y horas la televisión, sus programas preferidos eran los de gánsters. Está completamente integrado en el mundo de las tecnologías.

Por último, los Oompa-Loompas, eran los trabajadores de la fábrica de chocolate. Willy los encontró en la parte más profunda de África, donde vivían en casas en los árboles, eran tan pequeños que de no vivir en ellos hubieran sido devorados por todos los animales de la selva.
El señor Wonka les ofreció trabajar en la fábrica a cambio de obtener todos los granos de cacao que quisieran. Eran muy buenos trabajadores, hablaban español, les encantaba la música y el baile, gastar bromas… para mí eran los más divertidos.



Tras haber comentado a cerca de los aspectos más importantes del libro,  el formato, el estilo y el lenguaje, el contexto, los personajes…quiero concluir diciendo que como futura maestra sí elegiría este libro para mis alumnos, creo que pueden sentirse identificados con los personajes, con la historia, los dulces, con todo aquello que pasa por su mundo real y de fantasías.
Me gustan aspectos que considero muy importantes como las apariencias, la tolerancia, los defectos, el respeto, como el tipo de vida condiciona nuestra forma de ser, la educación familiar, el respeto hacia las normas, la perseverancia y la esperanza…creo que son aspectos con los que tantos los niños como nosotros podemos aprender y reflexionar sobre ellos.

También quiero destacar otro aspecto que me parece realmente importante con los tiempos que corren, como es el uso de la tecnología en los niños y la gran influencia que ejerce en el mundo. Centrándonos en el caso de Mike Tevé, diré que bajo mi punto de vista, se encontraba tan sumamente envuelto en el mundo de los videojuegos y del acceso al conocimiento que todo le parecía elemental, fácil, lógico y obvio y que por tanto, prácticamente nada le impresionaba, porque ya todo lo sabía. De alguna manera, esto demuestra que este va a ser el tipo de niño al que nos vamos a tener que enfrentar, aquel que va a estar en pleno y directo contacto con el mundo de la tecnología y de los medios de comunicación.

LITERATURA INFANTIL

LITERATURA.
En primer lugar quiero comentar que etimológicamente la literatura significa “palabra escrita”. Se trata de obras artísticas que comunican y se expresan a través de las palabras. Se le llama literatura también al conjunto de autores y sus obras que, a través de la historia, han ido aportando obras en las que se expresan vivencias, emociones, conocimientos, ideas, etc.
Por tanto, concluimos que la literatura es el arte de la palabra oral o escrita.
Como todos sabemos la literatura consta de una serie de elementos comunicativos que son: emisor, receptor, mensaje, canal, código, referente, contexto… y que sabemos también que sin ellos este arte no sería posible.
En cuanto a las características específicas más importante de la literatura destacaremos las siguientes:
·        Intencionalidad estética, es decir, para que un texto sea  considerado como un texto literario tiene que tener voluntad artística.
·        Uso de estructuras concretas, como el verso (poesía, lírica) y el teatro.
·        Los textos literarios tendrán que poder inscribirse dentro de los tres grandes géneros: lírica, narrativa y teatro.
·        El uso abundante de los recursos literarios. Son muy variados. La poesía es donde más recursos podemos encontrar (metáforas, comparaciones…)
·        Voluntad artística: la intencionalidad principal del autor es artística.
·        Los textos son de ficción, es decir, que no son reales.

Por último, antes de centrarnos en la literatura infantil, no debemos olvidarnos del importante papel que tienen también las funciones principales del lenguaje literario.
·        Función poética, se utiliza para producir belleza, para llamar la atención sobre sí mismo. Lo importante de esta función no es tanto lo que se dice sino cómo se dice.
·        Función expresiva, es decir, como se muestra el autor cuando escribe. En literatura a la función expresiva lo llamamos estilo, que hace referencia principalmente al emisor. Debemos tener presente que esta función la tienen todos los textos.
·        Función connotativa: esta función se da más en unos géneros que en otros, por ejemplo, en el teatro es muy abundante pero sin embargo, en la poesía a penas podemos observarla.


¿QUÉ SABEMOS SOBRE LA LITERATURA INFANTIL?
Sabemos que la literatura infantil es una literatura de receptor implícito, es decir, el autor cuando escribe sus obras piensa en las características específicas que tienen que tener sus lectores. Por ejemplo, en la literatura romántica, el autor que escriba sobre este tema sabe que es leída principalmente por mujeres de entre cuarenta o cincuenta años. Pero en este caso debemos centrarnos en la literatura infantil, es decir, aquella que está fundamentalmente destinada a los niños. Tras varios estudios sobre este tema llegamos a la conclusión de que es la sociedad la encargada de decidir qué textos son para niños y cuáles no.
Es por este motivo por el que debemos poner un límite de edades. “Barco de vapor” fue quien hizo una clasificación y marcó una diferenciación.
·        Serie blanca: primeros lectores
·        Serie azul: de los 6 a los 8 años
·        Serie naranja: de los 8 a los 10 años.
·        Serie roja: hasta los 12 años.
·        Serie juvenil.
A continuación, el resto de editoriales comenzaron a hacer lo mismo, y a poner a disposición al resto de colegios.  Por lo general, se corresponden con las etapas educativas.
Debemos destacar también el boom que se produjo en la literatura infantil con las ediciones de Calleja.
Calleja fue una editorial centrada en publicar trabajos para niños que comenzó a funcionar a finales del siglo XIX en Madrid. El escritor y pedagogo Saturnino Calleja Fernández fue quien llevó a cabo esta iniciativa.
El autor, pensando en los niños, en lo necesario que es dejarse envolver por la magia de la literatura, se arriesgó y abrió las puertas de esta editorial que se dedicó casi exclusivamente a lanzar al mercado pequeños cuentos con precios muy económicos. Algo que trajo consigo no sólo que los padres pudieran comprárselos a sus hijos sino también que estos se animaran a leer con todas las ganas.
Otro de los aspectos importantes y que por tanto no debemos olvidarnos es aquello que dice el curriculum de Primaria sobre la literatura:
·        El gusto por la lectura
·        La necesidad de tratar distintos tipos de textos literarios
·        No sólo debemos tratar textos literarios para niños, sino también tradicionales del folclore.
Pero ahora nuestra pregunta es, ¿quién es o quién debería ser el protagonista de esa literatura infantil? Pues bien, la mayor parte de los textos literarios tratan de poner como factor relevante el mensaje, pero para la literatura infantil, de receptor implícito, lo más importante será el receptor.
No obstante, muchas veces el protagonista es el propio autor, el cual debe centrarse principalmente en los gustos e intereses de los niños que dependerán en algunos casos de las modas, otras veces de sus propias motivaciones… por ejemplo, algo que todos sabemos es que a  las niñas de toda la vida les gustan los mundos de princesas…
También el escritor deberá conocer los movimientos evolutivos. Estos movimientos cambian, pero cambian poco históricamente. Lo que cambia realmente es lo que acabamos de comentar anteriormente, los gustos. También cambian los contextos, es decir, el espacio y el tiempo. Algo que no debemos hacer nunca como futuros maestros es darles un libro que esté ambientado en la Grecia clásica, porque son ellos los que deben tomar sus propias interpretaciones al ver en un libro de lectura, ilustraciones de personajes con túnicas.
Con todo esto, podemos llegar a la conclusión de que es fundamental que conozcamos los gustos de nuestros alumnos y que tratemos de encontrar libros acorde a estos. Todos sabemos que con ocho años, desde hace muchos tiempo, todos los niños hemos tenido que leer “El pirata garrapata”, pero ¿cuántos nos hemos preguntado si este libro realmente despierta algún tipo de interés por parte de los niños?

CARACTERÍSTICAS DE LA LITERATURA INFANTIL:
En cuanto a las características de la literatura infantil quiero comentar que está destinada a los niños, se trata de un receptor implícito, donde debemos fijarnos en los gustos e intereses de los mismos. Además tiene que estar escrita.
Características fundamentales:
·        Receptor: implícito. Debemos fijarnos en los gustos e intereses de los niños, los cuales, van cambiando.
·        Movimiento evolutivo: están también estrechamente ligados con los gustos de los niños.
·        Lenguaje: no sólo debemos fijarnos en el léxico, sino también en la estructura de la frase.
·        Formato: tamaño, letra, ilustraciones, portada…
·        Temas fantásticos: temas que nunca van a poder vivir pero que sin embargo, coinciden con sus gustos.
·        Estilo y expresión: muy relacionado con el lenguaje. Tiene que ser una lectura fácil, fluida, atractiva, ágil…sobre todo centrándonos en la edad.
·        Intencionalidad lúdica y artística, ya que sino no sería literatura.
·        Personajes: es una de las características más fundamentales. Deben ser reconocibles, que los niños puedan imaginárselos. Aunque que sean reconocibles no significa que tengan que ser reales, pero sí deberán realizar acciones de personas normales. Dentro de los personajes no debemos olvidar el importante papel del protagonista. Es fundamental la identificación con el personaje-protagonista.
A continuación, realizaré una pequeña clasificación de la importancia de los personajes en los siguientes años:
En los 60, se empiezan a buscar personajes reales. Siguen el ejemplo de “Celia”.
En los 70, el importante papel de “Barco de vapor”. La literatura en este momento se  convierte en una competición. Se trata de niños reales y con una personalidad bien definida
En los 90, todos los personajes son esteriotipados.

Por último, quiero concluir diciendo que la infancia es una de las etapas de nuestra vida que más nos marca, quizá porque en ese momento somos más vulnerables y más receptivos a cualquier experiencia, situación o persona. Por ello, es muy importante que a los más pequeños  les animemos a leer y a disfrutar de una serie de libros con los que puedan aprender, divertirse, enriquecerse…obras que estoy segura de que permanecerán por siempre en su memoria.

CARACTERÍSTICAS TEXTOS LITERARIOS Y TEXTOS NO LITERARIOS

CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTOS LITERARIOS Y DE LOS TEXTOS NO LITERARIOS


INTRODUCCIÓN:

En primer lugar, como una de las características más importantes, no debemos olvidarnos de que todos los textos tienen funciones lingüísticas. Estas funciones hacen referencia a todos los elementos de los actos comunicativos.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta que dependiendo de los actos comunicativos que se den en un texto, unas funciones predominan más que otras.
En tercer y último lugar, quiero destacar que todos los textos escritos tienen una estructura específica. Por ejemplo, todos sabemos que existen multitud de textos que no son literarios, pero sin embargo, sí son calificados como estéticos, tales como la columna de un periódico.

Por tanto, dentro de las características más importantes de los actos comunicativos me gustaría hacer especial hincapié en los siguientes aspectos puesto que son, me atrevería a decir, los más significativos:

- coherencia y cohesión: hace referencia a las propiedades textuales que convierten en texto a un conjunto de enunciados.
- construcción progresiva del sentido: hace referencia a la relación que existe entre el mensaje y el referente.

Sin embargo, ahora nos centraremos en las características específicas propias de los textos literarios y de los textos no literarios.

  1. En cuanto a los textos literarios debemos destacar los siguiente actos comunicativos:

El emisor, que es el autor, del cual podemos conocer el nombre o por el contrario, encontrarnos con un autor anónimo. Es en este momento donde quiero resaltar un caso particular, que son los textos folclóricos, los cuales, no tienen autor. Con ello, no quiero decir que sean anónimos, tienen una característica que los diferencia de otros textos anónimos.
El autor de estos textos es el “tiempo”. Cada paso de una persona a otra hace que se vaya contando de maneras diferentes, con otras anotaciones, importancias en algunos puntos…
Por tanto, si poco a poco vamos añadiendo siglos, el cuento también tendrá muchísimos cambios. En definitiva, que el autor de estos textos es el tiempo pero también es la gente que va añadiendo o modificando partes de la historia.

El mensaje, también llamado significante, es la información que se transmite, es decir, es el conjunto de ideas, sentimientos y acontecimientos expresados por el emisor, que desea transmitírselos al receptor para que sean captados de la manera que desea el emisor. En definitiva, el mensaje es el texto.

El receptor es el oyente o el lector. Es oyente cuando se trata de comunicación oral, es decir, una conversación, un diálogo, un debate…etc o es lector cuando se trata de textos escritos.

El código es el idioma que utilizan el emisor y el receptor. En este caso el español. Pueden ser o no ser traducciones, pero debemos tener especial cuidado porque la forma no es la misma, sin embargo, el contenido sí suele serlo gracias a las adaptaciones que hoy en día conseguimos.

El referente; es a lo que se refiere el texto, es decir, el significado. Por decirlo de otra manera, es lo que el autor trata de transmitirnos, lo que nos quiere decir.

El contexto o situación; se trata de la situación o circunstancias en que el emisor y el receptor se hallan y que permite, en muchas ocasiones interpretar correctamente el mensaje.
Son el conjunto de circunstancias extralingüísticas presentes en el proceso de comunicación y necesarias para interpretar correctamente el mensaje. Por tanto, según la relación emisor/receptor son las expectativas sobre el mensaje que se han hecho ambos, los conocimientos que comparten, la intención comunicativa del emisor, el marco físico… Son ámbitos que suponen usos distintos de la lengua.


  1. En cuanto a las características de los textos no literarios debemos destacar los siguientes actos comunicativos:

Mensaje; es el texto en sí. Debemos diferenciar entre contenido y forma, sin olvidarnos por tanto que la estructura puede ser específica, es decir, la estructura puede ser de contenido o formal.

El receptor; tiene que interpretar el texto, el mensaje… desde su propio contexto.

El referente; es el significado que le da el emisor al texto.

LOS DERECHOS DEL LECTOR

Los derechos del lector

Para dar introducción a mi blog empezaré comentando los derechos del lector que nos propone Daniel Pennac:


  1. El derecho a no leer.
  2. El derecho a saltarnos páginas.
  3. El derecho a no terminar un libro.
  4. El derecho a releer.
  5. El derecho a leer cualquier cosa.
  6. El derecho a bovarismo.
  7. El derecho a leer en cualquier sitio.
  8. El derecho a hojear.
  9. El derecho a leer en voz alta.
  10. El derecho a callarnos.

Muy de acuerdo con el autor diré que todos tenemos derecho a escoger el libro, el momento, el lugar, el espacio… que consideremos más oportuno. Es por este motivo por el que, al igual que Pennac quiero resaltar el concepto de libertad. Somos libres para leer lo que queramos y cuándo queramos. Con toda sinceridad puedo decir que nunca antes  me había planteado esto, pero que ahora que lo conozco, sí me parece fundamental.
¿Cuántas veces por obligación hemos tenido que leer un libro u otro? En mi caso diré que las veces han sido muchas, y que además me acuerdo de los títulos de cada uno de los libros, pero de muy pocos me acuerdo del contenido. Además, no me acuerdo de ellos como buenas novelas, sino que muy al contrario, como libros pesados y aburridos. Seguramente no se trate de libros aburridos ni pesados y de hecho, muchos de ellos me gustaría tener la oportunidad de leerlos ahora o en un futuro pero, porque me apetece, porque estoy interesada en el tema, por tener más cultura, por recomendación de un amigo…pero en ningún caso por motivo de obligación.
Creo que este es el grave error que se comete en los colegios desde hace muchísimos años y que somos nosotros los que debemos tratar de cambiarlo.
En mi caso, cuando nos mandaban un libro que sólo por el título considerábamos que no nos iba a gustar, que no iba a ser de nuestro estilo, buscábamos un resumencillo en el conocido “rincón del vago” y asunto solucionado. Lo que es peor aún, llegábamos a sacar incluso más nota que aquellos otros que habían dedicado su tiempo a leerlo.

Centrándome ahora brevemente en los derechos que Pennac nos propone, diré que ¿cuántas veces hemos tenido que terminar un libro porque si? Las mías han sido muchas, por el mero hecho de poder aprobar un examen, como ya he comentado anteriormente. Pues bien, uno de los derechos del lector es el de no terminar un libro. Otro ejemplo completamente diferente, el derecho a saltarnos páginas, alguna vez he tenido la curiosidad de leer las últimas páginas del libro para de esta manera saber si me iba a gustar o no y siempre me han dicho que eso es una barbaridad, que eso es cargarse el libro, que no sirve para nada…. Al final acabé creyéndomelo. A raíz de escuchar a varias personas diciéndome lo mismo una y otra vez sin parar decidí que sí, que seguramente sería más eficaz empezar por el principio como se supone que todo el mundo hace. Pero ahora, tras conocer los derechos que Pennac propone estoy mucho más contenta, porque ese derecho aparece en la lista, ese derecho está permitido, es decir, voy a poder empezar un libro por donde más me apetezca, unas veces por el principio, otras veces por la página trece, y otras, por el final, que es por donde más me gusta.

Y para terminar, quiero comentar que otra de las críticas que hace Pennac y con la que también estoy completamente de acuerdo es que no podamos elegir los temas que nos gustan. Parece que las lecturas de niños ya han sido seleccionadas para nosotros y que da igual los años que hayan pasado o pasen, que siempre va a ser así. ¡Qué error tan grande! Cada uno debe elegir aquello que más le atraiga, aquello con lo que se sienta identificado, aquello que le permita imaginar y soñar… En resumen, que podamos disfrutar realmente de la lectura, ya que es uno de los muchos placeres que hay en la vida, pero precisamente por la metodología llevada a cabo, no está reconocido como tal.