jueves, 24 de noviembre de 2011

LOS DERECHOS DEL LECTOR

Los derechos del lector

Para dar introducción a mi blog empezaré comentando los derechos del lector que nos propone Daniel Pennac:


  1. El derecho a no leer.
  2. El derecho a saltarnos páginas.
  3. El derecho a no terminar un libro.
  4. El derecho a releer.
  5. El derecho a leer cualquier cosa.
  6. El derecho a bovarismo.
  7. El derecho a leer en cualquier sitio.
  8. El derecho a hojear.
  9. El derecho a leer en voz alta.
  10. El derecho a callarnos.

Muy de acuerdo con el autor diré que todos tenemos derecho a escoger el libro, el momento, el lugar, el espacio… que consideremos más oportuno. Es por este motivo por el que, al igual que Pennac quiero resaltar el concepto de libertad. Somos libres para leer lo que queramos y cuándo queramos. Con toda sinceridad puedo decir que nunca antes  me había planteado esto, pero que ahora que lo conozco, sí me parece fundamental.
¿Cuántas veces por obligación hemos tenido que leer un libro u otro? En mi caso diré que las veces han sido muchas, y que además me acuerdo de los títulos de cada uno de los libros, pero de muy pocos me acuerdo del contenido. Además, no me acuerdo de ellos como buenas novelas, sino que muy al contrario, como libros pesados y aburridos. Seguramente no se trate de libros aburridos ni pesados y de hecho, muchos de ellos me gustaría tener la oportunidad de leerlos ahora o en un futuro pero, porque me apetece, porque estoy interesada en el tema, por tener más cultura, por recomendación de un amigo…pero en ningún caso por motivo de obligación.
Creo que este es el grave error que se comete en los colegios desde hace muchísimos años y que somos nosotros los que debemos tratar de cambiarlo.
En mi caso, cuando nos mandaban un libro que sólo por el título considerábamos que no nos iba a gustar, que no iba a ser de nuestro estilo, buscábamos un resumencillo en el conocido “rincón del vago” y asunto solucionado. Lo que es peor aún, llegábamos a sacar incluso más nota que aquellos otros que habían dedicado su tiempo a leerlo.

Centrándome ahora brevemente en los derechos que Pennac nos propone, diré que ¿cuántas veces hemos tenido que terminar un libro porque si? Las mías han sido muchas, por el mero hecho de poder aprobar un examen, como ya he comentado anteriormente. Pues bien, uno de los derechos del lector es el de no terminar un libro. Otro ejemplo completamente diferente, el derecho a saltarnos páginas, alguna vez he tenido la curiosidad de leer las últimas páginas del libro para de esta manera saber si me iba a gustar o no y siempre me han dicho que eso es una barbaridad, que eso es cargarse el libro, que no sirve para nada…. Al final acabé creyéndomelo. A raíz de escuchar a varias personas diciéndome lo mismo una y otra vez sin parar decidí que sí, que seguramente sería más eficaz empezar por el principio como se supone que todo el mundo hace. Pero ahora, tras conocer los derechos que Pennac propone estoy mucho más contenta, porque ese derecho aparece en la lista, ese derecho está permitido, es decir, voy a poder empezar un libro por donde más me apetezca, unas veces por el principio, otras veces por la página trece, y otras, por el final, que es por donde más me gusta.

Y para terminar, quiero comentar que otra de las críticas que hace Pennac y con la que también estoy completamente de acuerdo es que no podamos elegir los temas que nos gustan. Parece que las lecturas de niños ya han sido seleccionadas para nosotros y que da igual los años que hayan pasado o pasen, que siempre va a ser así. ¡Qué error tan grande! Cada uno debe elegir aquello que más le atraiga, aquello con lo que se sienta identificado, aquello que le permita imaginar y soñar… En resumen, que podamos disfrutar realmente de la lectura, ya que es uno de los muchos placeres que hay en la vida, pero precisamente por la metodología llevada a cabo, no está reconocido como tal.

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