lunes, 2 de enero de 2012

LA LITERATURA FOLCLÓRICA


LA LITERATURA FOLCLÓRICA

Para introducir el tema quiero comenzar haciendo una clara diferenciación sobre lo que vamos a tratar, es decir, los textos de autor (textos para seleccionar) y los textos folclóricos (textos para adaptar), los cuales veremos a continuación más detenidamente.

En primer lugar, los textos folclóricos son todos aquellos que carecen de autor. Son conocidos también como textos de tradición oral, de tradición cultural o textos de transmisión oral, pero también textos del hogar o textos del pueblo. Son textos que se trabajan siempre oralmente, en ningún caso, leyéndolos. Esta es una de sus características más importantes. Cuando digo que carecen de autor no me refiero a que este sea anónimo sino que tienen precisamente esta característica que los diferencia de otros, como son por ejemplo los textos de autor, donde este es conocido por todo el mundo.
Los textos folclóricos sin embargo, tienen como autor el tiempo. Somos nosotros los que tras el paso del tiempo vamos modificando inconscientemente estos cuentos, cambiando según nuestro gusto o perspectiva aquellos aspectos que consideramos más importantes, poniendo más énfasis en algunos, suprimiendo otros… son textos orales que cada uno cuenta a su manera, dándole un enfoque u otro, pero siendo todos ellos aceptados como tales.
Démonos cuenta de que si estos textos por el contrario hubieran sido escritos, no podríamos moldear de ninguna manera su contenido, tendríamos que conformarnos con lo establecido, sin que entonces estos cuentos cambien, independientemente de los años o siglos que pasen.

Dentro de la literatura folclórica debemos hacer una clasificación, ya que existen tres géneros diferentes:

Literatura folclórica en poesía: se trata de una poesía que va de boca en boca, es decir, que cada uno lo cuenta a su manera. Es una literatura que posee una estrecha relación con la música, de hecho, están completamente unidas. Uno de sus temas principales es el juego, donde se realizan por ejemplo juegos infantiles, o “guerrillas” entre diferentes sexos, ya que dentro de esta literatura debemos destacar que existe una poesía que prácticamente sólo tiene que ver con los adultos, por ejemplo, las cantigas galaicas y las canciones que se cantaban en fiestas como villancicos, canciones que se cantaban durante la cosecha, durante la noche de bodas… es algo que por lo general, siempre tuvo muchísimo éxito, por ser principalmente una de las mejores formas de diversión y entretenimiento pero que sin embargo, hoy en día cada vez menos. Poco a poco se está perdiendo.


Esta literatura, se encuentra encabezada por Pedro Cerrillo y sus textos folclóricos en verso. Es el autor más famoso de España. Fue catedrático en la universidad de Castilla La Mancha.
El folclore en verso, a lo que el autor se dedicaba principalmente, tiene como característica fundamental el absurdo, el sin sentido, el nonsense. Además Pedro Cerrillo realizó la siguiente clasificación:
  • Rimas de ingenio: no tienen música, se recitan por retahílas que son melodías compuestas por varias notas (pueden ser de 2 a 4) que se repiten todo el rato, por ejemplo “la Dola”.
  • Juegos y rimas de movimiento y acción: son canciones que tienen movimiento.
  • Danzas y corro: todas las que son en corro, pasillo,…

Veamos algunos ejemplos: “Antón Pirulero”, que era un juego para pagar con prendas. Otro caso, gracioso y que además me llama mucho la atención es, que a veces se cambian las canciones a lo largo de la historia, como es el caso de “Cuando Fernando VII usaba paletó”. Como mucha gente no entendía el significado de “paletó”, ni les pegaba que se dijera eso en la canción, lo cambiaron por “pantalón”.


Literatura folclórica en prosa: destacaremos como autores más importantes Vladimir Propp y  Gianni Rodari. Este último destacó por uno de sus libros más famosos “Cuentos para jugar”, en el que incluye veinte cuentos con tres finales diferentes cada uno, de manera que el lector pueda elegir el que más le guste o incluso inventarse uno propio, ¿no es increíble?
Rodari se permite el lujo de introducir insinuantes y sutiles sátiras sobre la sociedad, o situaciones surrealistas como puertas a reflexiones más evidentes, e impregna todo de un sentimiento entre la melancolía más profunda y la jovialidad más descarada.
Muchos de sus libros, por lo general, están destinados a los niños, pero se hace necesario afirmar que su eficaz ironía y la genialidad presente en todo el texto las hace totalmente aptas para todo tipo de lectores, ya que el público adulto puede maravillarse y asombrarse igual que un niño, ante una obra tan inspirada como las de Rodari.

Sin embargo, si nos centramos ahora de Vladimir Propp, diremos que es el primer gran folclorista de la historia y que destacó principalmente por su clasificación de los cuentos, que es la siguiente:

·        Mitos: son textos de origen religioso. Sirven para explicar al pueblo hechos naturales, sociales o psicológicos. Normalmente, los protagonistas suelen ser héroes y dioses de la religión correspondiente. Un ejemplo que la mayoría conocemos es el cuento de “Cupido y Psique”.
·        Cuentos de animales: son aquellos en los que los personajes son animales. Existen distintos tipos de cuentos de animales:

En primer lugar, aquellos en los que los personajes representan a personas. En este caso se trata de cuentos de carácter humorista. Estos cuentos no tienen moraleja, pero lo que sí tienen son enseñanzas sobre la vida. Este es uno de los motivos por los que no son cuentos destinados única y exclusivamente a infantil, sino que muy al contrario, también para edades más avanzadas.

Otro de los cuentos típicos dentro de los cuentos de animales son las fábulas, donde los animales representan arquetipos humanos y siempre tienen moraleja. En este tipo de cuentos se resaltan las virtudes y vicios de los humanos. Las fábulas más antiguas que se conservan son las de Esopo en Grecia y “El conde de Lucanor”.

Y, por último, el apólogo, que se trata de un tipo de fábulas, que tiene como personajes los seres humanos. Por ejemplo el cuento de la lechera.

·        Cuentos de fórmula: se trata de cuentos mínimos para contar a los niños. En su mayoría tienen un marcado carácter lúdico.

·        Cuentos de hadas o cuentos maravillosos: ene estos cuentos aparecen personajes mágicos (brujas, hadas, magos…) o animales que hablan con los seres humanos. En ellos pasan cosas imposibles, aparecen seres maravillosos, animales que hablan…




Ahora bien, en algún momento de la historia, alguien pensó en poner por escrito los textos para que se mantuvieran, a estas personas se les llama recopiladores, los cuales veremos a continuación. Hay una ventaja de poner por escrito los textos y es que es que al estar escritos pueden ser conocidos por más gente. Pero, también hay un inconveniente, y que es que los textos se fijan, es decir ya no se modifican…
Yo considero que es enriquecedor que se modifiquen por muchas personas. 

Los cinco o seis mejores recopiladores europeos de textos folclóricos son los siguientes:

Rodrigo Caro: siglo XVII, destaca por sus textos folclóricos en verso (canciones). Se trata de la primera recopilación folclórica en España. Posee un gran carácter literario y un vocabulario muy culto.

Como adaptador célebre debemos destacar en el siglo XVIII, en el siglo de las luces y de la razón a Charles Perrault, que fue un autor francés que puso las bases por escrito de un nuevo género que haría historia, la de los “Cuentos de Hadas”. Sus cuentos más famosos fueron incluidos en la publicación “Historias y Cuentos de Antaño” bajo el subtítulo de “Cuentos de Mamá Gansa” que son:
  • “Caperucita Roja”
  • La Bella Durmiente del bosque”
  • “El Gato con Botas”
  • “Cenicienta”
  • “Barba Azul”
  • “Pulgarcito”
  • “Las Hadas”
  • “Ricardo el del Copete”

En sus cuentos se ayudaba con imágenes que tenía a su alrededor como bosques, castillos, princesas y marqueses, y también les agregaba cosas traídas del mundo de la fantasía. Hizo muchas adaptaciones de cuentos folclóricos ya existentes.

Perrault tenía un planteamiento muy humanista. La intención de Perrault y sus moralejas eran fundamentalmente moralizantes. Vivía bajo múltiples excesos, ya fueran de comida, sexo, lujuria… es por este motivo por el que decidió escribir historias adaptándolas y añadiendo una moraleja personal. Por lo general, sus historias iban destinadas a la  corte de Luis XIV, el rey del Sol, conocido así, porque se creía el representante de Dios en Tierra y tomó por emblema un Sol resplandeciente para ser recordado como “el dios de la tierra”.

A este rey le gustaban mucho las historias, como por ejemplo los cuentos de Boccacio con su conocida obra “El de Cameron”, que se trataba de cien historias contadas en diez días. Son historias alegres, burlescas, para divertir, picantes y obscenas. En general, fueron historias que obtuvieron un grandísimo éxito. También los “Cuentos de Hadas” fueron destinados a la corte.

Posteriormente, también hubo gente que se dedicó a escribir historias y cuentos del tipo anteriormente comentado para después leerlas en la  corte.
Debemos destacar aquí el papel tan importante que poseían las mujeres, como Le prince de Bealmont, que se las contaba a los niños para divertirles y entretenerles.
Esto fue trascendiendo poco a poco hasta que finalmente se acabaron contándose en los salones de la corte.

En el cuento de “El lobo blanco”, Le Prince de Bealmont creó su propia adaptación. Se trata de la historia de “La bella y la bestia” contada de una manera completamente diferente según la autora. Por ejemplo en el cuento de “El lobo blanco” termina con un final feliz para los dos protagonistas.


En el siglo XIX, en el Romanticismo debemos destacar el importante papel de los hermanos Grimmn y sus “Cuentos para la Infancia y la Juventud”. Todos y cada uno de sus cuentos poseían el mismo esquema.
Los hermanos Grimmn eran dos filólogos, (uno escritor y otro de investigación). Uno de sus trabajos más importantes y motivo por el cual además son muy conocidos es  por su creación del diccionario en alemán.

En un momento dado de su vida, alguien les propuso recoger los textos de los pueblos y recogerlos todos en un mismo documento. Trataron de ser lo más fieles posibles, conservando la historia tal y como les había sido contada. La primera edición estuvo llena de sexo, violencias, muertes y situaciones poco apropiadas, teniendo en cuenta que su título seguía siendo el mismo, a pesar de no estar en ningún caso destinados a la Infancia.

La primera edición triunfó, se agotaron en seguida todos los ejemplares, pero a continuación, comenzaron a llegar múltiples críticas de las madres, ya que algunos de los contenidos que aparecen en el texto eran madres que querían asesinar a sus hijos…Estas pedían o bien que se cambiara el título o bien que se cambiara el contenido.

Aquí hubo un pequeño problema, y es que el editor no quiso cambiar el título debido al éxito de la venta, por lo que habló con los hermanos Grimm para que fueran ellos los que cambiaran el contenido. Estos aceptaron y se realizaron por tanto una serie de adaptaciones. Por ejemplo, donde en un principio aparecían madres que querían asesinar a sus hijos, los hermanos las convertían en madrastras, por lo que ya no se trataba de lo mismo, también, llegaron a poner finales felices o por lo menos no tan amargos como los anteriores.

Además de todo lo comentado, Disney a través de los cuentos de los hermanos Grimm realiza las adaptaciones que hoy en día, todos conocemos. Eso sí, algo que no quiero que confundamos, es que no es lo mismo una versión que una adaptación.

Otro de los grandes adaptadores de textos folclóricos fue Charles Dickens, que destacó en la segunda mitad del siglo XIX y que escribió sobre la cultura de la calle. Se trataba de literatura juvenil, pero en ningún caso esta estuvo destinada a la literatura infantil.

En Dinamarca, destaca otro de los grandes adaptadores de la historia, Hans Christian Andersen. Es tan conocido que los premios de lectura son conocidos con este nombre.
Una de sus adaptaciones más conocidas fue “la Sirenita”, que bajo mi punto de vista está destinada principalmente a los adolescentes, puesto que contiene una gran enseñanza.
Aunque,  más tarde Disney estrenó la película de animación basada en su cuento. Sin embargo, existen algunas diferencias entre el texto original y la producción de Disney, entre las que se pueden destacar:

  • Andersen no le puso nombre propio a La sirenita (en la película se llama Ariel).
  • La bruja original tiene un papel muy secundario, y no es un personaje maligno, sino en cierto modo neutral.
  • En el cuento, el príncipe está enamorado de otra princesa desde el principio.
  • Los finales son completamente distintos. En el cuento, La sirenita no consigue el amor del príncipe, ella se convierte en una hija del aire, mientras que en la película, el amor entre ellos acaba triunfando frente a las adversidades. Se tuvo que adaptar este "final feliz" debido a que la película es dedicada a niños.

El autor con esta obra ya tenía un gran prestigio y reconocimiento, se realizó una estatua de “La Sirenita” en vida del autor, algo que todos sabemos que no es muy común.

Otro de sus típicos y conocidísimos cuentos son los de “La cerillera” o “El patito feo”, “La reina de las nieves”…

Todos estos cuentos son obras adaptadas, donde cambió personajes, contextos…era el único gran escritor que cambiaba a su gusto todos los textos. De hecho, era difícil reconocer lo que había detrás, es decir, las adaptaciones. Son textos que siempre acababan mal, incluso los que “acaban bien”, acaban mal. Por ejemplo en el cuento del “Soldadito de Plomo”, todos podemos ver que es uno de los muchos cuentos del autor donde el final no es ni mucho menos feliz.

Andersen era una persona un poco amargada y de ahí todos sus tristes finales. Le repudió su mujer. Se dice que “El patito feo” es u autobiografía, ya que es así como parece ser que se sentía.

Tampoco sus cuentos incluye moralejas, pero somos nosotros los que debemos y podemos sacarlas. Andersen fue un gran escritor, muy breve y seco.



En España, los grandes recopiladores en el siglo XIX son los siguientes:

Fernán Caballero, el padre Coloma, que fue un gran recopilador de textos folclóricos en verso. Escribió textos propios pero también adapta varios textod para convertirlos en textos moralizantes para niños. Por ejemplo, convierte las hadas en personajes basados en la religión, para Fernán Caballero las hadas son ángeles de la guarda y todos los personajes malos son demonios. Aquí debemos destacar el papel tan importante de Pedro Botero, que es una manera de denominar al diablo y consecuentemente al infierno. Así es como nos lo muestra en sus textos. Su intencionalidad es fundamentalmente católica.

También debemos destacar a los fabulistas Tomás de  Iriarte y Félix María Samaniego, quienes en su colección de ciento setenta y cinco fábulas, incluyen textos propios y adaptaciones de La Fointane, el inglés John Gay, Esopo…
La versión contemporánea de la fábula apunta a una reelaboración irónica en la que suele desaparecer la moraleja y donde se ofrece al lector un marco mayor de sugerencias.



Literatura folclórica en teatro: se trata de un arte colectivo, social, anónimo y funcional. Debemos tener en cuenta que existe muy poco teatro folclórico puesto que se trataba de un texto de transmisión oral. Eran personas del pueblo, que practicaban el teatro como actividad no profesional. Reconocen al teatro como un medio de producción de conciencia, pero asumen como función principal la de divertir al público. No presentan estrictamente aspectos técnicos formales teatrales. La obra suele ser representada en espacios abiertos e informales, como plazas o calles. Los actores tienen que llamar la atención de la gente a pesar de los ruidos y distracciones del entorno. Por este motivo, la obra deberá ser breve. 

Dentro de la literatura folclórica existen tres tipos de representaciones: las representaciones religiosas; que son las que se suelen representar en los colegios en las funciones de Navidad, las representaciones festivas; que son las típicas y tradicionales fiestas de los pueblos y las representaciones de cómicos; que eran personas de un bajo nivel social que para ganarse la vida realizaban actuaciones fundamentalmente cómicas para que su público pasara un buen rato y les recompensara con algo de dinero, ya que todos sabían que de eso vivían.

Centrándonos en nuestro tema fundamental, la literatura folclórica infantil, debemos destacar como tal una sola obra, los títeres de “Cachiporras”, realizada con diferentes marionetas que se iban cambiando de una mano a otra, ya que estas además eran muy sencillas de hacer.
Este tipo de representaciones podemos llevarlas a cabo perfectamente en el aula con nuestros alumnos. Son actividades divertidas con las que además de pasar un buen rato podrán aprender multitud de cosas, desde el tema que se esté dando o representando hasta valores tan importantes como el respeto entre los compañeros. Además, como todos sabemos, ¿a qué niño o niña no le gusta sentirse príncipe o princesa? Esto es algo evidente, aunque tenemos que estar pendientes y atentos para que entre todos se vayan rotando los personajes y no siempre sean los mismos los más solicitados, por decirlo de alguna manera.

A continuación me centraré en todas y cada una de las características de los textos folclóricos.

·        Son textos que no tienen autor, como ya he comentado anteriormente somos nosotros los que nos encargamos de su transmisión. Como es imposible que todos le demos la misma interpretación, las historias han ido cambiado a lo largo del tiempo.
·        No son únicamente infantiles, están destinados a todos los públicos, pudiendo de esta manera los adultos, disfrutar con la lectura de este tipo de textos, o narrándolos a su manera, que es incluso más divertido.
·        Como ya he comentado en otro apartado, son textos que se trabajan oralmente, no leyéndolos.
·        El protagonista es siempre el mismo. Este es uno de los aspectos que más me gusta. Es siempre un niño, un niño que va creciendo a la vez que se desarrolla la historia. Normalmente, todos los textos folclóricos terminan en matrimonio, ya que para este tipo de literatura tiene un gran significado: ya eres un adulto que tienes que vivir tu vida y formar tu propia familia.
·        Presentan una multitud de variantes. Con esto me refiero a que dependiendo del lugar donde nos encontremos, serán contados de una determinada manera u otra.
·        Son textos donde predominan los deseos, sueños y miedos de las personas. Un buen ejemplo es el cuento de “Aladín”, donde a través de un deseo convirtió su sueño de ser príncipe.
·        No son machistas. Podemos observar tras la lectura de varios textos, como las mujeres no se quedaban en casa, sino que tenían un trabajo u oficio que realizar.

·        No son textos cultos, sino que se trata más bien de textos de pueblo. O también llamados cuentos al calor de la cumbre. La gente del pueblo se reunía, al calor del fuego, de la cumbre, y contaban historias, algunas que habían oído y otras que ellos mismos se inventaban. Era una forma de entretenimiento y diversión tras una dura jornada o un día intenso de trabajo.








Por otro lado, tenemos que respetar el “viaje iniciático” distinguiendo los pasos del protagonista de la infancia hacia la edad adulta, o lo que es lo mismo todas las pruebas o momentos por los que pasa el niño o la niña que van marcando en su vida cómo va madurando.
El personaje se irá encontrando en diferentes situaciones que harán que su personalidad cambie, que cambie también su carácter, su espíritu o experiencia para lograr mejorar en su persona… El personaje protagonista vive dentro de su grupo familiar, en su hogar, donde se encuentra protegido, pero tarde o temprano abandonará su casa por una serie de circunstancias que ocurren en su entorno cercano o por su voluntad propia. Este momento suele darse normalmente en la adolescencia.
Va superando las pruebas y los obstáculos mediante la ayuda de otros personajes del cuento, y tras la superación de las pruebas a las que se somete, va demostrando cada vez una mayor madurez, hasta convertirse en un personaje adulto. En la mayoría de los cuentos, el personaje principal vuelve a crear el núcleo familiar con una boda, demostrando de esta manera quiénes son los que quiere que formen parte de ella. Por lo general, en este momento se produce el final.

Lo podemos observar en ejemplos tan claros como: “Hansel y Grettel”, “La Cenicienta”, “Aladín”…
Si nos damos cuenta los tres cumplen la misma estructura, es decir, los tres personajes se enfrentan a pruebas y obstáculos que tendrán que superar poco a poco. Por ejemplo: Cenicienta a sus hermanastras, que se portan fatal con ella, Blancanieves a su madrastra, Aladín a los Guardias del Sultán…
Por otro lado podemos darnos cuenta de que también los tres personajes corresponden a la etapa de la adolescencia, como bien ya hemos comentado anteriormente. En el caso de la Cenicienta observamos como tuvo que irse por unos motivos u otros de su hogar, tratando de superarse con el día a día.

Por último, otra de las características que observamos que se cumplen en los tres cuentos es que los tres contraen matrimonio en su etapa adulta.

Cambiando de tema y centrándonos ahora en algunos de los símbolos más relevantes, en Cenicienta podemos observar la presencia de su Hada madrina, que simboliza la ayuda inesperada de la protagonista.  En Blancanieves destacamos el bosque, un espacio abierto lleno de peligro, en Aladín  son símbolos de la vida adulta a los que debe enfrentarse…
Existen muchos más, como el ser reflejo de los sueños y las esperanzas de la gente del pueblo, el hogar que representa su infancia, donde se sienten protegidos por los adultos…


Pero ahora deberíamos hacernos una serie de preguntas tras haber desarrollado e investigado a fondo sobre el tema. Por ejemplo, ¿cómo debemos contar los cuentos en Primaria? ¿Qué aspectos debo tener en cuenta a la hora de contar cuentos a mis alumnos?

Considero que los pasos a seguir más acertados son los siguientes:
En primer lugar, tenemos que saber adaptar el texto, en el bloque anterior hablábamos de saber seleccionar los fragmentos, en este tema sin embargo, somos nosotros los que debemos saber perfectamente como adaptarlo para posteriormente trabajarlo con nuestros alumnos. También debemos tener en cuenta de si se trata de una traducción o de una adaptación. En el primer caso, habría que hacer una adaptación, aunque en realidad esto deberíamos hacerlo siempre ya que los niños prefieren siempre cosas diferentes, y esto es algo que nos debe importar y mucho, se trata de sus gustos e intereses, debemos pensar también con qué nombre darles a conocer el texto. Como ya he comentado anteriormente podemos poner los nombres de los alumnos a los personajes del cuento, esto es algo que les encanta.

Debemos pensar también si se lo vamos a contar con preguntas, a modo de monólogo con las preguntas al final, a modo de preguntas retóricas para llamar su atención, formularles las preguntas a la mitad si vemos que el texto tiene términos muy complejos…
Hay dos aspectos que considero fundamentales, estos son: en primer lugar, los personajes, los que son buenos, los que son malos y los que son un intermedio entre los buenos y los malos. En segundo lugar, los motivos del cuento, que son los que marcan el hilo conductor. Creo que ninguno de estos dos aspectos debe ser manipulado.

¿Qué cuentos elegir para contar a los niños?
Algunos de los cuentos folclóricos que podemos adaptar para nuestros alumnos son los siguientes:
El cuento de “Blancanieves”, que podemos cambiarlo al cuento del “Negro Carbón y los Siete Gigantes”. Son buenas estrategias para llamar su atención.
Otra buena elección puede ser “El lobito caperucito”, donde Caperucita, la niña del bosque es la que hace la vida imposible al lobito.
“Caperucita roja, verde, azul y blanca”. En general, podemos elegir entre muchísimos cuentos interesantes y originales, según cuál sea nuestra intención.
Podemos jugar con los personajes, es decir, que los personajes buenos pasen a ser malos o viceversa.
Es bueno que en las aulas dejemos un espacio preparado para cuentos folclóricos, es algo que nuestros alumnos deben conocer. Si por cualquier circunstancia no conocemos cuentos lo mejor será que los adaptemos a la edad correspondiente.


¿Dónde podemos encontrar textos folclóricos? ¿Cómo debemos seleccionarlos?

Los podemos encontrar en Internet o en los libros. Eso sí, nosotros después tendremos que hacer nuestra propia adaptación.
Todos los textos folclóricos están “super” versionados, ya que han pasado por muchas personas, pero no suelen estar adaptados (a la edad con la que vayamos a tratar).
También es importante que conozcamos el original, para después saber con qué intención ha sido creado, si está siendo fiel o no…

A continuación presentaré una lista de algunos de los textos que podremos utilizar, aunque creo que también debemos buscar e investigar sobre otros que también puedan ser útiles para nuestros alumnos.

  • “Caperucita roja, verde, amarilla, azul y blanca” de Bruno Murani.
  • “Padres y Maestros” de Anaya.
  • “El libro de los 101 cuentos”. Este es uno de los libros más recomendados.
  • “Los cuentos de hadas clásicos” de María Tatar, donde te cuentan el cuento, de qué versión se trata…también vienen diferentes ilustraciones que se han ido plasmando a lo largo de la historia.
  • “Cuentos al amor de la lumbre” de A.R Almodóvar.
  • “El lobo Caperucita”
  • “Ayudemos a Blancanieves” SM
  • Páginas webs: cuidad selva, que es una de las mejores páginas que podemos encontrar en Internet, donde su creador recopila pequeños textos en castellano o textos que ya estén traducidos. Además hay una sección de cuentos de distintas partes del mundo.

Por último, quiero terminar este bloque diciendo que un buen maestro tiene que saber seleccionar buenos textos folclóricos debiendo además adaptarlos para los niños, con el único fin de que aprendan, les interesen y por supuesto, los entiendan.

A lo largo de este bloque he conocido muchos textos y cuentos folclóricos pero he de reconocer, que sin duda, el que más me ha gustado ha sido “Y comieron perdices” de Wendy Paris, un libro que nos hace descubrir lo que los cuentos de hadas nos enseñan sobre el amor.



FUENTES:

1 comentario:

  1. Muy bien. Lo del viaje iniciático ¿lo has copiado de la página de Aramís Fuster????
    El viaje iniciático es el paso de la infancia a la edad adulta a través de una serie de pruebas. Bastaba con que explicaras esto un poquito mejor y pusieras algunos ejemplos de cuentos que conoces: las pruebas que tuvo que superar Cenicienta o Aladino, o Hansel y Gretel... que, cuando comienza la historia son simples adolescentes.
    Respecto a los símbolos, me refería a las cositas que os fui comentando en clase: al ser reflejo de los sueños y esperanzas de las gentes del pueblo, se reflejan en ellos cuestiones relacionadas con la psicología, con la sociología y con la vida de la época: el hogar representa la infancia, donde te sientes protegida por otros adultos; el bosque, por ejemplo, y, en general los espacios abiertos llenos de peligros, son símbolo de la vida adulta a la que te debes enfrentar; las hadas madrinas simbolizan las ayudas inesperadas, etc... estoy segura que tienes cosas en tus apuntes mucho más interesantes que lo que has copiado aquí.

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