REFLEXIÓN
BLOQUE IV
Tras haber
trabajado sobre este bloque, La lectura
literaria y la animación a la lectura, elaboraré mi propia reflexión acerca
del tema, resaltando todos aquellos aspectos que considero más importantes y
sobre los que más duro he trabajado.
Haber entendido qué
es y en qué consiste una buena animación a la lectura tiene un significado muy
importante en nuestro papel como futuros docentes, puesto que será una de las
actividades que más llevaremos a cabo y sobre la que más tendremos que trabajar
con nuestros alumnos en Primaria.
Hoy en día es una
evidencia que la mayoría de los niños con los que nos encontramos no leen, bien
porque no les gusta, bien porque no les interesa el tema, o bien porque nadie
les ha enseñado el amplio mundo que abarca la lectura y los temas tan
interesantes y entretenidos que pueden encontrar en ella.
Pero ahora bien, la
pregunta que todos nos hacemos ¿por qué no leen los niños?
Existen varios
motivos en los que podemos basarnos para contestar a esta pregunta.
En primer lugar, la
cultura audiovisual y digital, que consideran que es mucho más atractiva por la
enorme cantidad de información y variedad de contenidos que ofrece.
Si le preguntamos a
un niño qué prefiere hacer y le damos como opciones la televisión, el mp3, el
ordenador, la play station o algo similar, probablemente lo último que elija
sean los textos tradicionales. Y es entonces cuando llegados a este punto
vienen todas las complicaciones, enfados y algunas veces hasta castigos a los
niños, por no hacer lo que queremos o lo que consideramos que tienen que hacer.
Es cierto, que
todos consideramos más eficaz que nuestro hijo o nuestros alumnos lean libros,
cuentos, historias de cualquier tema, a que se centren única y exclusivamente
al mundo de la tecnología. Pero también es cierto, bajo mi punto de vista, que
no son siempre ellos los culpables de esto, por lo que deberíamos cuestionarnos
donde está el origen del problema y cómo solucionarlo.
Otro motivo muy
distinto pueden ser las familias, que no se encargan ni se preocupan de motivar
a sus hijos en la lectura. Algunos padres, tampoco leen mucho, por lo tanto no
se muestran como un ejemplo para sus hijos. Si los niños por ejemplo, ven que
los padres leen algo más que la sección deportiva del diario o el horóscopo,
probablemente les llame la atención, o si los niños ven que sus padres leen
continuamente libros y revistas, tal vez sientan curiosidad por aquello que sus
padres encuentran tan ameno y divertido y donde dedican tanto tiempo. Con todo
esto, lo único que quiero decir es que creo que se predica con el ejemplo. Creo
que no hay nada mejor que comentar en familia lo leído o incluso, convertir la
lectura en motivo de conversación.
En tercer lugar,
los centros educativos, que no logran adecuarse al mundo moderno y siguen
entendiendo la lectura como un hecho obligado, forzoso, academicista y
aburrido, por lo que no logran despertar el interés necesario en sus alumnos.
Considero que la escuela ha desarrollado una magnífica campaña anti-lectura
dando a leer textos obligatorios, generalmente aburridos y luego, casi como
castigo, tomando pruebas o exámenes dificilísimos y preguntando además detalles
insignificantes.
¿Qué convertimos
con todo esto? lo único que conseguimos es convertir la lectura en una tortura
doble, la del colegio y la de casa, porque estoy segura de que muchos padres
dicen a sus hijos “¡apaga la televisión y ponte a leer!”
¿Alguien puede
encontrarle sentido a esto? Estoy segura de que no, de que todos lo pensamos y
somos conscientes de ello, pero muy pocos ponen remedio, la mayoría es algo que
dan por perdido, algo que piensan que no tiene solución, lo cual es una
auténtica pena.
Existen muchas
formas diferentes de atraer la atención de nuestro alumnado. Por ejemplo,
convertir el texto en cómics, instalar la posibilidad de intervenirlo a través
de cambiarle finales, agregarle títulos o capítulos nuevos, poner y quitar
personajes, modificar épocas y ambientes, dibujar un momento del relato… creo
que son algunas maneras de trabajar la lectura pero sin provocar temor o
aburrimiento.
Como conclusión
final a mi reflexión quiero decir, que un profesor debe conocer perfectamente
todas las técnicas que existen para llevar a cabo una buena animación a la
lectura. Conociéndolas y sabiendo poner en práctica cada una de ellas, (con algunos de los ejemplos que he
citado anteriormente y con otros muchos mejores que existen y que sólo poniendo
un poco de interés, todos podemos tener a nuestra disposición), conseguiremos
que nuestros alumnos disfruten leyendo, la principal finalidad de la animación
a la lectura.
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